Son recomendadas para aquellos bebes que no obtuvieron un resultado positivo en el Re-Test de la Orejita y para los bebes de alto riesgo, los cuales necesitan de un cuidado especial, debido a que pueden presentar alteraciones auditivas no comunes (retrococlear). Por lo tanto, se recomienda, que la etapa de diagnóstico sea culminada lo más pronto posible, a fin de garantizar la intervención temprana.
Estas pruebas son realizadas en el consultorio audiológico, por un Audiólogo con vasta experiencia en el área, debido a que errores en las interpretaciones de las respuestas auditivas retrasan el diagnóstico de la sordera, impidiendo que el niño se beneficie de la intervención fonoaudiológica precoz, contribuyendo con el retraso inaceptable del desarrollo del habla y lenguaje.
Para la determinación del diagnóstico audiológico son realizadas diferentes pruebas como potenciales auditivos evocados de tronco encefálico (PEATE), respuesta auditiva de estado estable (RAEE), emisiones otoacústicas evocadas transientes y por producto de distorsión, impedanciometría y evaluación del comportamiento auditivo de acuerdo con la edad del bebe, por medio de audiometría convencional y/o con refuerzo visual.
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